Los martes por la tarde tengo una cita conmigo misma que… bueno, no es que me entusiasme precisamente.
Es el día que programo el contenido de Instagram para toda la semana.
Y el caso es que después de hacerlo me siento genial. Con esa sensación que tanto gusta de «ale… una cosa menos».
Pero antes de empezar… ay amiga, antes de empezar es otra historia.
Me da una pereza tremenda, así que busco excusas.
Que si mejor preparo antes la infusión…
Que si voy antes a responder los 5 WhatsApp que tengo pendientes…
Que si Taka me reclama para jugar…
Y no es que la tarea en sí sea imposible. Ni siquiera me lleva tanto tiempo. Es que hay algo en esa resistencia inicial que me hace querer posponerla un rato más… y otro… y otro…
Hasta que finalmente me siento, lo hago, y pienso: «¡pero si tampoco era para tanto!»🤦♀️
Pues ayer por la tarde, mientras volvía a hacer mi numerito de resistencia habitual, recordé algo y decidí probarlo.
Y como ya viene siendo costumbre, después de probarlo vengo a compartirlo contigo porque quizás tú también tienes tu propia «tarea de los martes» (o el día que sea).
📌 El truquito de la semana
Atenta porque no voy a darte un método para que la tarea te dé menos pereza.
Sino que voy a contarte cómo puedes convertirla en algo que quieras hacer.
Sí, has leído bien. Y no, no me he vuelto loca 😉
La salsa barbacoa
Para explicarte este truquito primero déjame presentarte a Matthew Dicks, que hoy es novelista de bestsellers y campeón mundial de storytelling. Pero sus comienzos fueron muy distintos.
Matt trabajaba en McDonald’s. Y lo odiaba.
Los días se le hacían interminables. La misma rutina una y otra vez: recoger perdidos, freír patatas, voltear hamburguesas.
Pero en lugar de resignarse, Matt se preguntó si sería posible encontrar la alegría en ese puesto sin centrarse tanto en el resultado (porque el sueldo tampoco era para tirar cohetes) sino en el propio proceso.
Y ahí se le ocurrió su juego personal: conseguir vender al menos un producto extra cada día. Y se centró en su favorito: la salsa barbacoa.
Así, cuando un cliente pedía un Big Mac con patatas, Matt le preguntaba si quería salsa. Si decían que no, sonreía y decía: «Yo te recomendaría la salsa barbacoa, ninguna de las demás la supera».
Si seguían negándose, insistía: «Está bien, pero te lo vas a perder. El cliente anterior también dudó, pero cuando la probó supo que había acertado».
¿Ves lo que hizo? Convirtió el aburrido acto de servir comida rápida en un desafío de ventas: ¿Cuántas salsas barbacoa podía vender?
Matt había encontrado su motivación interna en medio de la monotonía.
Y como ves:no cambió la tarea. Solo cambió cómo se relacionaba con ella.
Y eso es exactamente lo que necesitas.
Mi reto para ti
Elige UNA tarea que te dé pereza o te resulte aburrida y conviértela en tu propia salsa barbacoa.
¿Cómo? Añádele un elemento de juego o un mini desafío que la haga más interesante.
Por ejemplo:
- Programar contenido para Instagram: «Voy a programar los 5 posts de la semana en menos de 1 hora. Si lo consigo, esta noche me veo un nuevo capítulo de mi serie favorita»
- Hacer la contabilidad del mes: «Por cada 10 facturas que clasifique, me como un cachito de chocolate»
No tiene que ser perfecto ni revolucionario. Solo tiene que dibujarte una sonrisa mientras lo haces.
Porque a veces la diferencia entre una tarea insoportable y una que fluye es simplemente… cambiar de actitud 😊
😺 Sabiduría felina
Mandi puede convertir cualquier cosa en un juego.
Una caja vacía. Una goma del pelo. El rayo de sol que se cuela por la ventana. Incluso mi pie cuando me muevo bajo la manta.
Para ella todo es una oportunidad para jugar. Y lo hace sin complicarse.
Simplemente ve algo, le añade su toque de diversión, y ya está entretenida.
A mí me demuestra que no se trata de que las cosas sean divertidas por sí solas.
Se trata de decidir jugar con ellas.
💡 Cita para pensar
We don’t stop playing because we grow old; we grow old because we stop playing. —George Bernard Shaw
Gracias por dedicarme tu atención y tiempo.
Nos vemos la semana que viene con más reflexiones, truquitos y sabiduría felina.
Un abrazo con calma y alma,
Shirly
PD. Mi salsa barbacoa de ayer: por cada post intentar mejorar el copy y al programarlo premiarme con una galleta.
A la segunda galleta, Taka ya estaba rondándome a ver si le caía algo.
No sé si este juego funciona para mi productividad, pero desde luego funciona para que mis gatas se interesen más por mi trabajo 😅
